Desde que volvimos de vacaciones maridomolón ha estado de guardia de guardia así que los fines de semana no podemos alejarnos mucho de la ciudad por si lo necesitan.
El penúltimo fin de semana de agosto estaba libre así que buscamos un pequeño plan para despedirnos del verano.
El lugar escogido fue un hotel tranquilo en Banyeres del Penedés. Nos fuimos al
"Hotel Restaurant El Bosc"
La habitación era muy acogedora y tranquila, el jardín precioso, la piscina, el lugar ideal para darse un chapuzón... Y la comida... sin palabras... Y cuando digo sin palabras, creedme, no las hay! Además tienen una bodega maravillosa con vinos de muchas categorías pero todos muy muy buenos.
El trato es muy familiar, me encanta el detalle de que te "guarden" tu mesa. Me explico, la mesita en la que cenamos el primer día estaba preparada a la mañana siguiente para desayunar... Fue nuestra mesa durante todo el fin de semana.
Durante el día, además de estar en la piscina se pueden dar paseos por los alrededores del hotel. Tienen viñedos, y olivos... También se puede coger el coche e ir a cualquiera de los pueblos cercanos como L'Arboç. O conducir media hora y dar un paseo por Tarragona. Si vais sin niños también podéis iros de cata de vinos por el Penedés. Tienen muchas bodegas.
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