Nuestro destino estaba a una horita de Barcelona, en la montaña... Una masía reformada y arreglada con mucho pero que mucho encanto llamada "La Garriga de Castelladral"
Sus clientes suelen ir con reserva y con los servicios contratados (cena, masaje, spa...)
Al hacer el check in, una de las recepcionistas te acompaña a dar una vueltecita por la casa y te enseña los lugares en los que puedes pasar el rato.
Nos sorprendió el bar. Un self-service, en el que todo está a tu alcance y te preparas tu mismo tu combinado o tu aperitivo. Lo apuntas en la lista, y al hacer el check out, te cobran lo que has apuntado.
La casa está llenita de detalles, y se nota que no están allí por casualidad, han sido escogidos para crear el ambiente que la familia que lo regenta quiere transmitir a sus huéspedes.
Creo que lo mejor de todo, fue el desayuno... ¡madre mía! No faltaba nada: dulce, salado, zumo, café, agua... Impresionante.
La casa está rodeada de bosque y tiene diferentes rutas para hacer. Ellos mismos preparan un picnic (si lo contratas) para comer a media excursión.
Mariana, sembla una casa molt bonica. Ja veig que gaudiu molt en família. Això és molt bo. La Clàudia ha crescut moltíssim. Una abraçada des de Trondheim.
ResponderEliminarHola guapa! Si... està enorme! Una abraçada moooolt forta pels 4! :)
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