La llevamos siempre en su capazo, intentamos que vaya fresquita de ropa y la protegemos del sol todo lo que podemos pero, a pesar de nuestros intentos, se cansa. Quiere ver mundo, le encanta ir en "el balconcito" (nombre que le hemos puesto a mi hombro porque va asomada mirando y remirando todo).
Pensamos que, lo mejor para nuestra espalda sería llevar el portabebés en la bolsa del cochecito para estos casos, pero con el capazo es bastante dificil acceder a la bolsa y nuestro portabebés tiene un hierro en la parte que queda en la espalda del adulto y no cabe en la bolsa... Tuvimos que pensar en un plan B... y encontramos esto!
Viene a ser una riñonera en la que, en vez de tener bolsillos para guardar lo esencial, tiene una pieza que hace de asiento para el bebé y así evitamos ir ladeadas y arquear la espalda. El resultado? Clàudia va feliz! Seguimos intentando que pase el mayor tiempo posible de los paseos en el capazo (evitamos que le de el sol directo, es mejor para su espalda...) pero cuando está muy muy pedorri la cogemos y a la hipseat!